martes, 27 de septiembre de 2011

CÓMO ADELGAZAR SIENDO VEGETARIANO

Lo primero que he de dejar claro, es que no soy nutricionista y que mis conocimientos acerca de la salud son totalmente autodidactas. Bien es cierto que mi hermana era farmacéutica y ella me enseñó mucho acerca de la dieta y los suplementos, pero mi método, el que me propongo exponer y a la vez poner en práctica, es fruto del sentido común y de muchas horas de lectura sobre nutrición.


Si vas a seguir mi dieta, te advierto de que es una dieta vegana, lo cuál significa que no podrás comer...



En esta dieta no tendréis que calcular pesos o cantidades. Podréis comer hasta saciaros. Sólamente se trata de comer lo adecuado y no ingerir determinados alimentos.

Se basa también, de manera indirecta en la correcta combinación de los alimentos, si bien es una cualidad que deviene por sí sola al quedar suprimidas las proteínas y las grasas de origen animal. Esto consiste en que si clasificamos los alimentos en tres grandes grupos, las verduras, los hidratos de carbono y las proteínas, se trata de no juntar en la misma comida hidratos y proteínas. Así de sencillo. Como en nuestra dieta vegetariana esas proteínas han quedado suprimidas, cualquier otra combinación de alimentos sería adecuada. En cuanto a las frutas, no las incluíremos dentro del apartado de las verduras, porque la fruta conviene que se coma sola, sin mezclar con ningún otro alimento y dejando un margen de al menos media hora tras su ingesta, que es lo que aproximadamente tardamos en digerirla, sin ingerir ningún otro alimento.

Si ya partimos de una dieta vegetariana, en la que los animales no van a formar parte de nuestra alimentación, vamos a centrarnos en el resto de alimentos no animales o derivados de ellos que, si nuestra intención es la de adelgazar, deberemos suprimir de nuestra dieta.


Sí, lo se. Esto tiene una pinta tremenda. Es una auténtica provocación. Pero habremos de luchar contra ello. Os digo desde ya, que va directamente a engordar nuestro culo, y un placer de apenas un minuto puede convertirse en una condena para toda la vida. Y lo más importante, si bien estos ricos bollos alimentan tu ansiedad, no te aportarán nutrientes de calidad. Las harinas refinadas, los azúcares procesados y las grasas son una bomba para tu organismo. Está bueno, buenísimo, pero no es lo adecuado, sobre todo si lo que quieres es perder peso.

Como estos otros aperitivos, en los que caemos cuando nos entra la ansiedad, sobre todo en el trabajo, en esas máquinas repletas de tentaciones poco sanas y en las que gastamos nuestros eurillos a cambio de ingerir cosas que no nos convienen:



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